"...somos la única especie del planeta que ha inventado una memoria comunal que no está almacenada ni en nuestros genes ni en nuestros cerebros. El almacén de esta memoria se llama biblioteca", "...la salud de nuestra civilización, nuestro reconocimiento real de la base que sostiene nuestra cultura y nuestra preocupación por el futuro, se pueden poner a prueba por el apoyo que prestemos a nuestras bibliotecas"
Carl Sagan


En el año 331 a.C, Alejandro Magno fundó una ciudad en el delta del Nilo. La llamó con poca originalidad Alejandría.
En poco tiempo se convirtió en el centro cultural más importante de todo el mundo. Grecia y el Antiguo Egipto se conectaban en este punto.

Entre los lugares más importantes de la ciudad, se encuentran el puerto, el mítico faro y, sobre todo la bilioteca y el museo.

Por primera vez en toda la Historia de la Humanidad se trato de reunir de un modo serio y sistemático todo el saber acumulado hasta la época. Supuso, de modo oficial, el nacimiento de las bases de casi todas las ciencias.
Pero a diferencia de la época actual se trataba el conocimiento de un modo holístico, conectándo todas las facetas del saber en una busqueda única: la Verdad. Así la física, matemática. literatura, astronomía, medicina, incluso las artes se pusieron al servicio de la comprensión del Cosmos (orden) para comprender así mismo su contrario, el Caos.

El fín podría haber sido la liberación del hombre.

(Sugiero buscar información sobre los autores y las obras allí reunidas...)

Desgraciadamente, el sueño no nos duró demasiado y desapareció una esperanza con la igualmente sistemática destrucción de la biblioteca y el museo. Y lo que es peor, la mayor parte de su contenido que nos ha sido arrancado de las manos.

Pero no de nuestros corazones. (Parece que aún no lo saben)

De algún modo mágico parece que cuando un sólo hombre logra acceder a una pequeña porción de la Verdad, esta queda grabada en la memoría genética y espiritual de las siguientes generaciones.

Hoy la esperanza vuelve a renacer de sus cenizas y una nueva biblioteca parece tomar el relevo.

La red.

¿Sabremos defenderla esta vez?

Por si acaso voy a recoger alguna de las flores que más han llamado mi atención de este jardín del saber humano para que puedan convertirse en recursos de la Revolución silenciosa que está naciendo en el corazón de cada uno de nosotros. Un movimiento imposible de detener pues su fín último es emerger. Parece que la liberación del hombre sigue su firme camino.

Estas son algunas de las Flores de Alejandría...